Ya sea por iluminación divina o por otra causa, pero el suicidio en mi pais de 3 jovencitas y de un joven en el lapso de diez días en este mes de mayo me han impactado, pero, es un impacto que me ha removido existencialmente de modo sutil y coincidiendo con el Domingo de Jesucristo, el Buen Pastor; mas íntimamente con la frase: "Yo soy el Buen Pastor, que conozco a las mías, y las mías me conocen... Tengo, además, otras ovejas que no son de este redil; también a esas las tengo que traer, y escucharan mi voz" (San Juan 10, 14-16). Para darme a entender, esto viene siendo como aquello que varias veces lo has escuchado o visto, pero que no ha sacudido tus entrañas, hasta que cierto día de manera repentina te sacude desde dentro, te sacude existencialmente! Ah y al suicidio de los 4 jóvenes en fechas distintas y lugares distintos del pais, añadámosle el asesinato frecuente de niños recién nacidos o abandonados en lugares deplorables. Estas 2 situaciones en particular - no las únicas- me hacen pensar que "algo" no anda bien en la sociedad salvadoreña, la cual esta viviendo una "etapa de verdadera paz" en palabras de Nayib Bukele, actual presidente de la Republica de El Salvador.
Hasta este momento desconozco porque esos jóvenes decidieron quitarse la vida, y los noticieros que he visto no han ofrecido mucha información, pero en el fondo podríamos suponer de que nadie les escuchó o con nadie decidieron desahogarse, aunque, por supuesto, hay personas que aunque son escuchadas no atienden consejos prudentes o no se dejan ayudar.
Volviendo a la conexión con el texto bíblico citado, en la Iglesia Católica se enseña que los sacerdotes hemos sido constituidos pastores por medio del Sacramento del Orden, y posteriormente, a cada sacerdote se le encomienda una parroquia, es decir, un rebaño concreto. Las dimensiones de las parroquias en el mundo y en mi pequeño pais obviamente difieren, sin embargo, lo que el Maestro dice es que hay un conocimiento mutuo entre el pastor y las ovejas. Para evitar el rodeo, ¿cuanto conocemos los sacerdotes constituidos como pastores a las ovejas encomendadas, a los jóvenes de "nuestra" parroquia? Y no solo de cara, ni de saludo o por algunos contactos esporádicos. El conocimiento se alcanza con la cercanía, con el trato en el amor de Cristo que impulsa. A pesar de una vasta cantidad de documentos y formaciones en la Iglesia Católica, seguimos todavía esperando que la gente asista a los templos para "interactuar" con ella, como también, suele darse el trato especial, es decir, el conocimiento amplio de aquellos fieles que generan algún beneficio material o "caen bien" por diversos motivos...
Se me puede objetar que es imposible poseer un conocimiento de los parroquianos mas allá de lo básico o que también los sacerdotes no deben de andar de "metidos". Respeto las opiniones que pudiesen dar mis hermanos clérigos o laicos con respecto a este tema, mas, sin embargo, opino que la comodidad, los intereses personales no eclesiales y el miedo, influyen en el no esmerarse por tratar interpersonalmente y conocer a las personas que están dentro del territorio parroquial, con la clara intención de ayudarles y anticipar decisiones funestas. ¿Mas objeciones? ¡Seguramente! Tampoco quiero pecar de iluso al pensar que en la sociedad fragmentada, pluricultural y liquida actual el cura puede solventar todo, y menos aun que debe estar presente en la vida de todos y ¡en todo! El texto bíblico citado en el primer párrafo de este post nos habla. Advierto que yo no escribo esto porque lo estoy practicando al máximo, por ello dije al inicio que me ha impactado existencial y vocacionalmente, ha sido una "descarga eléctrica" para mi rutinario ejercicio ministerial, un "¡despierta y se lo que eres, es decir, un pastor!".
Gustavo Romero
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