BLOG PERSONAL E INDEPENDIENTE

viernes, 10 de julio de 2020

DONDE HAY AMOR, FLUYE LA CONFIANZA


Donde hay amor: hay confianza para expresarse, para pedir algo, dialogar, sugerir, bromear... El miedo no permite tener esa confianza, abrirse a la otra persona. Se busca el modo de como decirle algo por temor a su reacción (pensemos en aquellas incómodas y desagradables ya conocidas por repetición). Si hubiera confianza lo normal es que la pareja se exprese espontáneamente y sin tanto rodeo, y sin prejuicios por las reacciones ya conocidas. Tengamos en cuenta que "espontáneamente" no ha de reducirse necesariamente a "instintivamente", sino, veámoslo como el expresarse a la pareja con libertad y madurez. 
 
Cuando hay amor en una pareja, entonces, se siente y se tiene la libertad para expresar los sentimientos y emociones, puntos de vista y deseos (de cualquier tipo). Donde hay amor, hay confianza y seguridad de la que otra persona te va a escuchar, te atenderá y entenderá, y sabrá corresponderte. Cuando hay amor, se está en capacidad de aceptar algún rechazo de la pareja a causa de un motivo razonable; se le tiene paciencia, se le da "su" tiempo y hasta se abriría paso la ternura. Al contrario, cuando está presente el miedo como producto de la desconfianza, la pareja se guarda lo que siente o desea expresar. En muchos casos la desconfianza está respaldada por un historial...Imaginemos aquel hombre que ha engañado a su mujer, prácticamente, del mismo modo y en varias ocasiones. Ha ido surgiendo resentimiento en la mujer, dolor, rabia, hasta el punto de que en ella habite la sospecha hacia su marido (incluso esto puede convertirse en enfermizo). Se ha concedido el perdón, y posteriormente, viene un nuevo engaño. Y ese historial va calando en esa relación, la cual se puede tornar evidentemente "tóxica"... "Pues, si ya no funciona la relación por tóxica se ha de empezar otra y aquí no ha pasado nada..."-dicen algunos. El historial pesa, pero como toda historia, se puede reorientar, o como dicen algunos  teólogos y psicólogos  cristianos: redimir. Ese historial puede saltar al conocimiento público o no, lo serio es que ese historial te tiene atrapado, eres su esclavo o esclava y te hace escribir a ti, en vez de ir uno mismo siendo capaz de escribir su propia historia personal, con su amada pareja caminando juntos hacia la misma dirección.  

Por eso, los filósofos griegos después de Sócrates relacionan la felicidad con el control de nuestros instintos, y luego, el cristianismo propone la gracia divina para sobreponerse a la concupiscencia y lujuria. Así como quien porta el covid-19, infecta a otras personas por desconocimiento de estar infectado o sabiéndolo no les importa contagiar a otras persona, del mismo una persona dominada por el  historial ya anteriormente mencionado, anda hiriendo o destruyendo otras vidas. La peor enfermedad es no querer reconocerse como "enfermo" en el tema de las relaciones amorosas interpersonales y no dejarse ayudar. Y así se va construyendo una sociedad enfermiza por ósmosis o intencionadamente: violaciones, tráfico sexual, irrespeto, estupro, embarazos precoces, fotos y videos lujuriosos a través de la web y redes sociales, acoso, etc. 

Amigos y amigas, el amor existe, pero se infecta y se desmorona cuando se aplican dosis de veneno, y como veneno podemos citar la mentira, la infidelidad, el dar ocasión de pensar o reaccionar mal, la violencia en sus variadas manifestaciones, los prejuicios... En fin, el amor se ve en peligro o se viene abajo cuando se pone en marcha un historial negativo, venenoso y perjudicial. Por supuesto, aunque se le apueste al amor y la transparencia en la relación, siempre habrá errores y desaciertos a causa de la debilidad humana sobradamente constatable, pero esa es la dirección, y existe por suerte la redención y renovación constante en el amor -el cual no es abstracto, sino dinámico y real- ejemplo de ello abundan, buscalos y aprende de ellos. 

Pbro. Lic. Gustavo Romero
San Sebastián